Matías Allié es un ejemplo claro de que cuando uno se propone cambiar, puede hacerlo y con ese espíritu de cambio ha recuperado a través del Tenis su confianza perdida, y superándose día a día volvió a pisar una cancha de tenis y jugar adaptando el deporte a su realidad.
Todo empezó allá por el año 2016 cuando se sumó al grupo de Tenis Adaptado de La Cumbre, llevando a cuestas sus miedos y condicionamientos físicos. Cualquier deporte que realicen personas con discapacidad debe ser adaptado a sus posibilidades, teniendo en cuenta que existen reglamentos que pautan y fijan como se debe desarrollar. En el caso de Matías la adaptación consiste en hacer posible que pueda tomar una raqueta y realizar los gestos del Tenis de acuerdo a sus posibilidades. de esta manera logró pasar de una actividad inicial muy básica como pasar una pelota de una mano a otra, mejorando la tonicidad y movilidad de brazos y piernas, hasta hacer drive, revés, volea y smash sentado en una silla.
La motivación permanente hizo que poco a poco y naturalmente se incorporara y actualmente se desplaza golpeando y devolviendo la pelota, con una exigencia física muy importante, dado que antes se movilizaba solo en silla.
La importancia de desarrollar las actividades con respeto y exigencia, sin considerar a Matías como una persona disminuida o pobrecita, por el contrario buscando la capacidad de superación que en él es total, pidiendo siempre un poco más, intentando, probando, no quedándose en la dificultad, que realmente existe, sino intentado nuevos objetivos día a día, superando los viejos miedos incorporados para tener logros que los reemplazan.
Matías hoy a mejorado su respiración y con ello su dicción, últimamente circula solo sin acompañamiento y se anima a ir a sus sesiones con las profesionales, a su taller de cerámica y hasta probó subirse y andar en bicicleta.
Quien dice que no se pueden vencer las dificultades? Como dice él: «La discapacidad es la incapacidad de no poder torcer el destino, y yo lo hice»


