Controvertido, generaba alegrías y broncas, como todas las personas que trascienden en la vida. Visceral, no se callaba nada. Coincidías con él o te llenaba de bronca. Un ser humano con virtudes y defectos. Pero…cuando se ponía la 10 y tomaba una pelota era el genio que nos cambiaba la vida, que nos daba coraje, fuerza, desfachatez, que en su grandeza nos hizo mas hinchas de la selección, nos llenó de sentimientos, con el gozamos, sufrimos, tocamos el cielo, y tanto lo quisimos que se quedó sin vida propia. Hoy, sigue con nosotros, porque las personas que tuvieron sentido en nuestra vida, siguen viviendo en nuestro recuerdo.
Seguro ahora está con el Barba, haciendo magia con una pelota arriba de una nube y sentados mirándolo don Diego y doña Tota, escuchado al Potro diciéndole bien fuerte ¡¡¡Te quiero Diego!!!


