Cuando escuchamos: “Discapacidad”.
¿Qué pasa por nuestra mente?
Alberto y Roxy
Normalmente se asocia a quienes no pueden desarrollar determinadas capacidades, que los prejuicios, mandatos, formas y pensamientos enmarcan y delimitan, generando la exclusión social. Como una paradoja esta exclusión es la que obliga a incluir, y cuando necesitamos utilizar esta palabra, es porque hemos dejado algo o alguien afuera del contexto social al que pertenecemos. Viéndolo así, es que nos falta sumar el corazón y el alma, para MIRAR con EMPATÍA a la PERSONA.
Superarse desde el amor propio, buscando las oportunidades que nos da la vida.


Emoción manifiesta, objetivo cumplido!!!
Como verán, acabamos de incorporar una palabra que le da sentido a todo lo que podamos manifestar a continuación: PERSONA. ¿Porqué Persona?
Porque nos pone en un plano de IGUALDAD, y a un igual no se lo incluye, porque es parte y al ser parte estamos hablando sin lugar a dudas de CONVIVENCIA.
Si hablamos de Convivencia, nos referimos a compartir espacios y oportunidades, por ello buscamos percibir y comprender lo que el otro puede sentir, acompañando y afirmando su RESILIENCIA, de la cual aprendemos día a día, logrando así un crecimiento DIGNO y RECIPROCO. Solo desde la Convivencia no hará falta Incluir, porque no hay Exclusión y al CONVIVIR, los espacios y las oportunidades no tienen protagonismos, solo PERSONAS con y sin Discapacidad.
“Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”. Marcel Proust.
Volviendo al comienzo, entonces ¿qué es la Discapacidad? Para nosotros es la limitación motora, intelectual, auditiva y visual, que cualquier persona puede tener temporal o de forma permanente, sin ser un impedimento para el logro de cualquier objetivo, cada uno en su tiempo y posibilidad, teniendo presente que Todos Somos Diferentes y que podemos ser puentes de vida, esos que se cruzan, se atraviesan, comunican y unen en un ida y vuelta, que nos permiten encontrar nuestro camino.



